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“Reflexiones en torno a la realización de las Jornadas de Historia Intelectual en Chile”.
“Reflexiones en torno a la realización de las Jornadas de Historia Intelectual en Chile”.
ÁREA: HISTORIA, CIENCIAS SOCIALES.
TIPO DE PUBLICACIÓN: COLUMNA DE OPINIÓN.
Autores/as:
Comité Organizador de las Jornadas de Historia Intelectual:
- Valentina Pacheco Parra, estudiante del Doctorado en Historia, Facultad de Humanidades, USACH.
- Laura Briceño Ramírez, estudiante del Doctorado en Historia, Facultad de Humanidades, USACH.
- Mauricio Tapia Segovia, estudiante del Doctorado en Historia, Facultad de Humanidades, USACH.
Correspondencia:
Año de recepción de contenido: 2022.
Palabras claves: Historia Intelectual, Encuentro Académico, Difusión.
Los días 14, 15 y 16 de noviembre del año 2022, se desarrollaron las Jornadas de Historia Intelectual en Chile, reuniendo a ponentes nacionales e internacionales. El evento académico fue organizado por quienes escribimos esta columna de opinión, con el apoyo del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile.
El objetivo inicial de este encuentro respondió a un diagnóstico común: la historia intelectual es una perspectiva que se encuentra en plena fase de expansión en la historiografía nacional. Sin embargo, tal desarrollo no necesariamente ha ido de la mano de una discusión sobre el carácter teórico-metodológico de este enfoque y su relación con otras perspectivas historiográficas. Frente a ese diagnóstico, nos propusimos proyectar un espacio de intercambio y debate académico para reflexionar sobre los contornos y límites de este enfoque en Chile.
A modo de síntesis, durante las Jornadas sesionaron nueve mesas temáticas con diversas aproximaciones a la historia intelectual y de los intelectuales. Fuimos testigos de estudios que examinaban revistas político-culturales; proyectos editoriales; intelectuales y campo político; debates conceptuales y lenguajes políticos; espacios de producción intelectual; debates en materia de crítica cultural; procesos de recepción y circulación de ideas, así como también ponencias que abordaron diversas construcciones de temporalidades y biografías.
Durante el evento contamos con la participación de la Dra. Natalia Bustelo, investigadora CONICET-CeDInCI, académica de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de San Martín, quien dictó la Charla Magistral titulada Los desafíos de la Historia Intelectual a la Historia de las Ideas. Además, contamos con la presencia del Dr. Adrián Celentano de la Universidad Nacional de La Plata y la Decana de la Facultad de Humanidades de nuestra Universidad, la Dra. Cristina Moyano. Nuestros invitados se reunieron en torno a dos mesas de debate, en la primera las Dras. Cristina Moyano y Natalia Bustelo presentaron un balance sobre la producción de la historia intelectual en Chile y Argentina y en la segunda, ambas junto al Dr. Adrián Celentano, discutieron sobre la cuestión teórico-metodológica en la historia intelectual.
En cuanto a los resultados de la convocatoria, las Jornadas tuvieron una importante recepción a nivel nacional. Participaron ponentes de universidades de las regiones Metropolitana, Valparaíso y del Biobío, además ponentes de Brasil, Colombia, y Argentina, lo que permitió conocer investigaciones sobre historia intelectual en nuestro país y otros países de América Latina.
Comenzamos nuestro balance respecto a esta experiencia académica, agradeciendo la oportunidad que nos brindó el Departamento de Historia de la Universidad de Santiago para la realización de este evento. Valoramos las gestiones administrativas, como también la confianza depositada en nosotros para levantar este espacio de encuentro.
Las Jornadas de Historia Intelectual nos han dejado diversas inquietudes, que en un ejercicio sintético y comunicativo las podemos agrupar en dos: a) el alcance que tienen estos espacios de difusión y divulgación académica, y b) la necesidad de trabajar como disciplinas humanistas y de ciencias sociales en la búsqueda de lenguajes comunes.
Respecto al alcance que tienen las actividades académicas de nuestra área de estudios y en un diagnóstico que se ha ido profundizando posterior a la pandemia por COVID-19, es posible identificar una creciente preocupación por el impacto social, cultural y político que tienen estos encuentros frente a la baja asistencia de público en este tipo de actividades, incluso entre nuestros pares historiadores. Frente a ello nos preguntamos ¿tiene que ver con deficientes estrategias comunicacionales de difusión?, ¿es que acaso el nivel de desafección social por la cuestión del conocimiento ha permeado incluso nuestros espacios de encuentro?, ¿estamos realmente conectados con lo que la sociedad espera conocer a través de nosotros?
Frente a estas preguntas, las que por lo demás falta afinar y discutir como disciplina de manera colectiva, creemos fehacientemente en la necesidad de abandonar ciertas trincheras y nichos intradisciplinares, con el fin de abogar por lenguajes y temáticas comunes que nos aúnen. Parafraseando a un ponente que participó en las Jornadas de Historia Intelectual, si un historiador económico no puede dialogar con un historiador cultural o uno ligado a la historia intelectual, entonces hemos fallado como disciplina. Compartimos el diagnóstico y nos motiva a reflexionar sobre los posibles diálogos con otras perspectivas historiográficas y la necesidad de que se levanten espacios con ese objetivo.
No obstante lo anterior, como Comité Organizador de las Jornadas hacemos un balance positivo del encuentro académico. Fue un espacio de intercambio y debate altamente enriquecedor y que, por lo demás, en palabras de diversos participantes, era necesario para reconocernos como historiadores e historiadoras que nos interesa este enfoque. Esperamos haber iniciado un largo camino de acercamiento entre pares que se proyecte en el tiempo y, por qué no, que se descentralice este tipo de actividades sesionando en otras Universidades.
Nos queda la gran tarea entre nuestros pares y futuras generaciones de historiadores e historiadoras, de promover y difundir este campo y que se abandonen ciertos malos entendidos que, entre otras cosas, suelen reducir la Historia Intelectual a la Historia de los Intelectuales. Una de las primeras tareas que nos proponemos es visibilizar la amplitud de temáticas capaces de ser trabajadas por esta perspectiva, las que reúne análisis situados de discursos, experiencias de sociabilidad, producciones editoriales y su materialidad, espacios de producción y circulación de ideas que hicieron posible la existencia de dichos discursos y prácticas políticas, culturales, e intelectuales. Asumimos esta labor como historiadores e historiadoras interesados por esta perspectiva con el objetivo de relevar las múltiples posibilidades que puede ofrecer este enfoque para examinar los procesos históricos en clave nacional, regional, y/o transnacional.
ENLACES RELACIONADOS:
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