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Boletín N°2 - Deporte, pantallas apagadas…no hay límites…

“Deporte, pantallas apagadas…no hay límites…”

 

ÁREA: DEPORTE, EDUCACIÓN.

TIPO DE PUBLICACIÓN: COLUMNA DE OPINIÓN.

Autora: María Elena Salas González, graduada de Magíster en Educación, mención Liderazgo Educacional, programa de postgrado de la Facultad de Humanidades, USACh.

Correspondencia: maria.salas@usach.cl

 

¿Alguien alguna vez imaginó enseñar un deporte de equipo, sin rivales y de manera virtual?, ¿y además que fuera posible a través de una pantalla en la que sólo ve a quien la ejecuta?

Pues, las últimas circunstancias educativas así lo definieron, solo bastaba un balón, una pared, muchas ganas de aprender, desafiar lo imposible y tener una caja negra, pantalla o como quieras referirte a un vacío virtual, ¡teniendo todo esto ya se podía! Para la docente, considerar además que esa virtualidad obscura te habla, pregunta, condiciona y más!

La confirmación de hacer vóleibol on line y saber a priori que no vería a quienes tendría como protagonistas receptores de esta inusual forma educacional, resultó ser todo un desafío, algo novedoso, quizás un imposible para quienes no saben de pasiones y que ajustes curriculares son posibles a pesar de cualquier circunstancia.

Es por esto, que en esta nueva experiencia educativa debía hacer planificaciones que trataran de sobrepasar, en la medida de lo posible, con todas las expectativas planteadas por sus consumidoras/es y que siguieran contribuyendo a que nuestra institución siga en permanente desarrollo sea cual sea el contexto al que se vea enfrentado.

A saber, por si se desconoce, dentro de nuestros educandos existe la necesidad de cumplir con exigencias de malla curricular en la carrera a la que pertenecen, entre ellas: realizar inscripciones complementarias e incluso obligatorias, ya que son de gran aporte para su formación, siendo muy positivo ya que deben ser valorados como cualquier otro curso de formación propiamente tal a su carrera. De este modo, es que surgen diversas opciones para decidir tomar algún ramo. Es así, que hubo quienes optaron por el de Vóleibol nivel 1 ó 2, modalidades ofrecidas hasta el 2º semestre del 2020. Como todes sabemos, ya en ese período existía una cuarentena generalizada a nivel país, por ello saber que aún iba a tener inscrites resultó ser un real desafío, todo un enigma, dada la modalidad que se expondría: online y para mi sin poder ver a quien participaba de ella.

Siendo voleibolista de corazón, con una amplia trayectoria como deportista, exitosa a nivel nacional, profesora de educación física, entrenadora y con más de 25 años de experiencia en este deporte que data desde el año 1895, ha sido una extraordinaria experiencia, digna de comentar y compartir, por si alguien duda de su factibilidad…con toda propiedad puedo manifestar: los imposibles no existen. 

Teniendo en cuenta que las universidades desempeñan un papel protagónico donde están insertas, orientadas al liderazgo y desarrollo del conocimiento, nuestra querida USACH ha sido desde una larga data histórica un escenario de formación técnica y profesional de innumerables miembres de la comunidad chilena, y por qué no decirlo, también del resto del planeta.

De este modo, quiérase o no, cada día los paradigmas se van ajustando a la realidad existente, en donde la educación no está ajena a ello, ya que es crucial para el crecimiento de las sociedades en donde cada persona tenga la posibilidad de poder recibir permanentemente una educación de calidad, y así el aseguramiento que su logro sea efectivamente relevante.

Con todo orgullo, puedo manifestar que hacer deporte on line a través de una pantalla apagada, resultó muy enriquecedor, sin ser romántica ni mucho menos, pude evidenciar que a pesar de que quienes se mostraban y quienes decidían no hacerlo, en ambos casos se logró que los conocimientos establecidos en los objetivos de aprendizaje fueran suficientes para que cada receptor/a quedara conforme y segure de haber logrado aprender de vóleibol. Utilizamos ollas, ropa, palos de escoba, pelotas de trapo, sillas, scotch, un balón de vóleibol o similar y si es que no había, me encargué de enviar a su casa uno de regalo, nadie podía quedarse sin balón, ya que el entusiasmo era la mayor retribución. Hubo que emplear el máximo de vocabulario para lograr una comunicación efectiva, entregar un mensaje con energía y motivación, de este modo, lograr que pudieran hacer una defensa de piso, por ejemplo. Esto se hacía haciendo rebotar un balón a la pared y tirarse al piso (literalmente) para golpear el balón, antes que tocara el piso y dejarlo alto, es decir, que suba. 

En conclusión, hacer vóleibol on line sí fue posible, incluidos tener esos moretones que salen en la cadera, una búsqueda de conocimiento reglamentario en normas, señalética de arbitraje y más, fue realizada con gusto, entusiasmo y seriedad que el rigor del conocimiento implica.

 

 

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