Boletín N°3 - “El aumento progresivo de cesáreas en Chile”

“El aumento progresivo de cesáreas en Chile”.

ÁREA: SALUD PÚBLICA.

TIPO DE PUBLICACIÓN: COLUMNA DE OPINIÓN.

AUTOR: Héctor Núñez. Estudiante de Magíster en Salud Pública, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Santiago de Chile (USACH).

CORRESPONDENCIA: hector.nunezv@usach.cl

Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de cesárea debería oscilar en un 10 a 15% y tasas superiores a esta, no representan un método eficaz para la reducción de la morbimortalidad materna e infantil y su realización sin justificación médica no tiene beneficios probados para las mujeres o sus neonatos, por el contrario, así como cualquier otra cirugía está asociada a riesgos (1,2,3,4). En el caso de Chile la tasa de cesárea ha ido en aumento progresivo, entre los años 2000-2015 se vio un incremento desde un 30% a un 40.5%  en hospitales públicos y de un 60% a un 76% en Clínicas (2), como una medida de respuesta es que el año 2021 se crea una norma técnica y administrativa para el monitoreo y la vigilancia de la indicación de cesárea y cuyo primer informe de la región Metropolitana establece que los partos por cesárea representan un 49,7% un crecimiento en contraste al 47 % del año 2017 (3)

Si bien, la creación de una forma de vigilancia de la indicaciones de cesárea por parte del MINSAL, es un avance en la búsqueda de la disminución de las tasas de esta cirugía cuando no tienen justificación médica, también es necesario la respuesta desde una mirada multifactorial, considerando la multicausalidad de la elevación de esta tasa, en donde podrían colisionar las realmente justificadas , es decir que su realización obedece a una forma de proteger la vida de la madre y/o del feto, las que pueden obedecer a causas económicas, entendiéndose estas donde el equipo programa partos por cesáreas por conveniencia, para no interferir en otras actividades remuneradas, por preferencia de la mujer, por temor al parto, entre otras y las que se podrían haber evitado porque responden a sobre medicalización de un proceso natural como lo es el parto (4).

Por tanto desde la base de la mirada integral de la salud se requiere además  abordar desde políticas sustentadas por el Estado la realización de acciones vinculantes con la mujer, su familia y la comunidad, en donde se aborden los eventuales temores que rodean al parto y se establezcan los beneficios así como la educación en cuanto a sus derechos durante el trabajo de parto y parto, a través de propaganda efectiva o talleres que logren reivindicar la “imagen deteriorada del parto normal” muchas veces sustentada en la desinformación. Sería interesante poder ver en la televisión algo más que gritos cuando aparece la imagen de un parto en una teleserie y observar un spot símil a los del programa “Elige vivir sano”, en relación a los beneficios del parto normal sustentado y con enfoque de derechos para la mujer.

Además se debe promover maternidades tanto públicas como privadas, cuya atención sea centrada en la que brinda la matrona o matrón en el preparto, parto y puerperio en gestaciones de  bajo riesgo , ya que esta ha demostrado una disminución en la tasa de cesáreas. (5) En relación al punto en el año 2012, se envió por parte del Colegio de Matronas una carta al Director de Fonasa para incorporar el bono “PAD parto normal atendido por matrona”, en donde se establecía una eventual reducción de un 25% de la tasa de cesárea, así como la reducción costo-efectiva de la atención a la mujer, oficio que no obtuvo respuesta. (6)

Es imposible entonces abordar la problemática sin el compromiso del Estado, los agentes de salud, las maternidades de Chile tanto públicas como privadas y la evaluación de la implementación de la vigilancia de la indicación de cesárea, considerando que hasta el pasado Septiembre solo el 70,59% de las instituciones proporcionó los datos del primer informe del monitoreo. (3)

REFERENCIAS